El sábado 1 de diciembre se celebró en Córdoba la XVIII Asamblea andaluza que tenía el objeto de debatir los documentos de cara a la X Asamblea Federal.
Se daban cita en la capital cordobesa un total de 528 delegadas y delegados convenientemente acreditados para un total de 1.020 enmiendas presentadas a los documentos político y económico presentados a nivel federal. En concreto, llegaron hasta Córdoba 474 enmiendas al documento político, 59 al económico y 487 a la propuesta de estatutos. La ponencia (miembros de la dirección federal redactores de los documentos originales para el debate) asumió centenares de enmiendas. Muchas de ellas de adición, lo que demuestra la intención constructiva de las mismas y la creatividad del debate de las bases.
Diego Valderas, en su intervención de clausura la calificó como de una buena asamblea, con un intenso debate. La delegación andaluza es consciente, en palabras de Valderas, de que va a representar ante la Asamblea Federal el pilar más fuerte y más firme del proyecto representado por Cayo Lara.
La X Asamblea Federal va a fortalecer, sin lugar a dudas, el carácter de una Izquierda Unida alternativa, federal, republicana y anticapitalista, dispuesta a combatir las políticas de sufrimiento que lleva a cabo la derecha.
El proceso andaluz concluye con la elección en Córdoba de 55 delegados y delegadas que se suman a los 131 elegidos directamente por las asambleas locales y provinciales de Andalucía, sumando una delegación de 186 personas que irán a Madrid los próximos 14, 15 y 16 de diciembre para participar y determinar las políticas de Izquierda Unida para los próximos años. Las 55 personas nombradas delegadas para Madrid fueron elegidas por dos listas. La encabezada por Diego Valderas obtuvo 39, frente a la que encabezó Álvaro García, que eligió 16. La existencia de más de una lista en un proceso asambleario es normal en una organización compuesta por partidos diferentes y por un buen número de independientes.
Concluye en Andalucía el proceso hacia la X Asamblea Federal que comenzó tras el verano y que ha permitido a la militancia debatir, enmendar o añadir centenares de propuestas que van a enriquecer los documentos originales, habiendo demostrado el compromiso que toda la organización exhibe con la causa de los trabajadores y las clases populares.
Son tiempos de dificultad y toca impulsar con más fuerza toda la capacidad política y organizativa que permitirá que la crisis no recaiga, como lo hace hasta ahora, sobre las espaldas de los más débiles.